domingo, 24 de febrero de 2008

Clemenceau Inmortal



En su diario de la Conferencia de Versalles (1919), el coronel Stephen Bonsal relata el atentado de que fue objeto Clemenceau en aquella época por parte de un monomaniático llamado Cottin que le disparo siete tiros. El juez que entendió en el proceso de Cottin visito al Tigre para pedirle consejo sobre la sentencia.

“- ¡Cuánto celebro no ser el juez!- exclamó el estadista, que aún no sanaba de la herida-. Cuando pienso en los que me disparan desde lejos, emboscados, siento tentaciones de pedir para ese bravo que osó desafiar mi bastón sin mas armas que su miserable pistola automática, alguna Gran Cruz en premio a su valor. Pero no debo ser impulsivo; he de tener en consideración a las mujeres, a los niños y a todos los espectadores inocentes que pudieron resultar heridos cuando este individuo le hizo fuego a mi vieja osamenta.
“Por otra parte, ha de tenerse en cuenta su mala puntería. Acabamos de ganar la guerra más terrible de la historia (la primera guerra mundial), y ahí tiene usted a un francés que dispara siete tiros a quemarropa y yerra seis. Sin duda, merece un castigo por el uso imprudente de un arma peligrosa y por su mala puntería. Yo lo encarcelaría por ocho años, sometido a ejercicio intensivo en una galería de tiro.”

jajajajaja...

...viejo cabrón.

Genial!!!